lunes, 20 de febrero de 2017

Carta desde Dinamarca

         Christian nos escribía desde Dinamarca y nos decía que su país está al norte de Europa. Está compuesta de un montón de islas y de puentes que las comunican entre sí.






      En Dinamarca se habla el danés y su bandera es roja y blanca. Tiene dos cuadrados y dos rectángulos rojos separados por unas líneas blancas colocadas en cruz.



        La capital de Dinamarca es Copenhague. Y es tierra de vikingos, que eran intrépidos navegantes, que sabían mucho de construcción de barcos y de secretos de navegación pero eran piratas y todo el mundo los temía porque tenían fama de brutos.





          En este país hay muchos bosques llenos de árboles y uno de los que más hay es el haya que es un árbol que brota en abril o mayo y que da la bienvenida a la primavera después de un largo y oscuro invierno.





      Por otra parte, el animal que más les gusta a los daneses es el cisne y es que son muy bonitos ¿verdad?.



         Y, como Christian sabe que a nosotros nos encantan los cuentos, en su carta nos decía que en su país nació un escritor muy famoso llamado Christian Andersen. Escribió un montón de cuentos conocidos por todos nosotros: "El patito feo", "El traje nuevo del emperador", "La sirenita"... 


















          

          Precisamente hay una escultura muy famosa hecha de bronce que lleva el nombre de uno de esos cuentos, es de una sirena y se la conoce como "la Sirenita de Copenhague".
Se ha convertido en el símbolo de la ciudad y cada día la visitan un gran número de personas.







         En Copenhague está el parque de atracciones más antiguo del mundo, es el Tívoli. Y también hay otro  parque de atracciones mucho más moderno  que se llama Legoland y que está construido con piezas de Lego, porque en Dinamarca se fabrican las piezas de Lego con las que tantas cosas construimos.









       No podemos olvidar la presentación que Javier, amigo de la familia de Emilia, nos envió desde Dinamarca para explicarnos cosas sobre su país. ¡Gracias Javier!




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